El año pasado fue una montaña rusa para Marcos Álvarez, Aida Martínez y Cristina Ferreiro de Patasbox, un servicio de suscripción mensual que lleva desde 2016 ofreciendo cajas llenas de productos ecológicos, saludables y divertidos para sus perros. Antes de la pandemia de COVID-19 y los posteriores confinamientos en España, los cofundadores no sabían qué les depararía el futuro. "Pensamos que íbamos a tener que cerrar el negocio", dice Marcos, "y luego, más o menos a la vez que se produjo el confinamiento, empezamos a recibir muchos pedidos, muchos más que cualquier otro año".
Cuando entraron en vigor los confinamientos en toda España, en todo el país la gente empezó a adoptar perros para que les hicieran compañía en casa y para poder dar paseos fuera de casa sin infringir la ley. Esto hizo que Patasbox tuviera cada vez más demanda, lo que trajo consigo nuevas e interesantes oportunidades, y también un montón de obstáculos inesperados.
El reto: encontrar un equilibrio entre la demanda, el crecimiento y la visibilidad durante una pandemia
Aunque el equipo de Patasbox sabía que el repentino aumento de la demanda era un problema positivo, Marcos admite que no estaban preparados. "Nuestra empresa ofrece suscripciones a una caja, así que tenemos que planificar con meses de antelación la cantidad que vamos a vender. En abril, vendimos todas las cajas que teníamos para ese mes antes del día 10 u 11, y no pudimos suministrar más productos para satisfacer la demanda por el confinamiento".
Además de los problemas con la cadena de suministro y logísticos, Marcos y Aida sabían que, para mantener su crecimiento, necesitaban seguir dando a conocer su marca y sus productos. Y en todo el proceso, sentían la responsabilidad de encontrar nuevas formas de ayudar a su querida comunidad canina.